
Punta Arenas, 13 de abril de 2025.- En febrero de 2023 se comentó en este espacio la importancia de ser desconfiado, al vivir en un país donde las leyes no son preventivas. En esa época, nuestra razón social estaba siendo utilizada para pedir $47.000 a postulantes, a depositarse en una cuenta bancaria de un individuo, para realizarse supuestos exámenes preventivos laborales en una reconocida institución de Punta Arenas.
La desazón fue al denunciar a la policía el mal uso de la razón social para cometer un fraude. Nos informan que no pueden hacer nada y quien debe presentar la denuncia es la víctima del fraude. En suma y resta como país, dejamos que se derrame la leche para hacer algo al respecto. Debe haber una víctima que sufra, para recién comenzar a tomar las medidas, y si es que encuentran al culpable.
El culpable aparece y luego de un interminable juicio, pudiese pagar a la comunidad con firma mensual o arresto domiciliario, y si es reincidente, con prisión efectiva. Pero si quiere recuperar algo de lo defraudado, debe hacerse un juicio civil que dura años, buscando embargar algún bien que muchas veces no existe. Con suerte, el culpable tiene algún fondo en la AFP, que lamentablemente para estos casos, creo que son inembargables. El culpable paga perdiendo su libertad, pero Ud. paga con la pérdida de sus recursos o la vida de sus familiares al ser excesivamente confiado.
Apoyando por 34 años a estudiantes en práctica, la principal instrucción es: entender lo que se va a hacer, preguntar para reforzar, aplicar y revisar. La revisión es la más pura expresión de la desconfianza de uno mismo. Me pude haber equivocado, y el error puede tener consecuencia en nuestros clientes, en el prestigio de la oficina y la evaluación de su práctica.
Hoy, llaman contribuyentes pidiendo asesoría porque han sido defraudados por “colegas” que se apropiaron de sus dineros. El SII no puede hacer nada, salvo que el contribuyente realice la denuncia, la cual nunca quieren hacer. Uno revisa el caso con pinzas, porque también existen individuos que pueden haber aceptado la “sugerencia del asesor” para pagar menos impuesto aprovechando una “pillería”. Otros no denuncian, porque el “asesor(a)” le devolverá los recursos con los recargos correspondientes. Posiblemente ese “asesor” aplique la frase: “desvestir a un santo para vestir a otro”, y nos interesa, ya que vivimos en el mundo del sálvense quien pueda.
En temas tributarios y laborales, Ud. puede aplicar una “desconfianza educada”. Porque tiene acceso a las páginas web del SII, Tesorería y Previred para revisar si el dinero que Ud. entregó a un tercero, efectivamente llega al fisco o al casi monopólico recaudador de las instituciones previsionales. Controlar el uso los bienes de la empresa es el costo de ser PYME y debe ser asumido ya que, si las leyes no nos protegen, Ud. debe tomar las medidas preventivas. Cada uno de nosotros es responsable de su destino, salvo cuando una tragedia se hace presente.